Luego de pasar unos excelentes días en Ibagué, me dispuse a continuar mi camino hacia el sur de Colombia, este tramo comprendía de la ciudad de Ibagué hasta Cajamarca, un camino donde se sale del valle y se adentra en la cordillera central, aquí se pone a prueba el ciclomotor para subir montaña, cosa que en realidad hizo muy bien ya que subió sin dificultades, bueno con un poco de ayuda quitándole la tapa al exosto puede subir muy bien estas hermosas montañas.Quizá la prueba mas importante de todas dentro de este viaje es la de la resistencia mental, emocional, física y espiritual que conlleva el trasportarse de esta forma en donde tienes que tener fortaleza para emprender el viaje y afrontar lo que en camino traiga, que en realidad esta lleno de cosas buenas, solo es cuestión de saber hacia donde mirar para encontrarlas.
Llegue a Cajamarca un bonito pueblo de montaña y como siempre el Ciclomotor causo curiosidad en sus habitantes elemento importante para romper el hielo y hacer amigos.
Después de Cajamarca viene la subida de La Línea por lo cual decidí acampara a las afuera del pueblo para tomar camino al otro día. Les cuento que encontrar lugar para acampar es todo un reto ya que se debe encontrar un lugar tranquilo lejos de la vista, lejos de la gente y que te provea n lo posible de alimento o por lo menos de un espacio para prepararte algo, en particular aquí en Cajamarca fue complicado porque toda la geografía es montaña y casi no encuentro un lugar la tender mi carpa. Lo mejor fue que donde acampe al otro día me di cuenta que había un árbol de naranjas y pude desayunar muy bien.
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